Promesa pendiente
En mayo pasado, OpenAI anunció el desarrollo de Media Manager, una herramienta capaz de identificar textos, imágenes, videos y audios con derechos de autor. La intención era dar a los creadores la posibilidad de excluir o incluir su contenido en el entrenamiento de modelos como ChatGPT o el generador de video Sora. A pesar de que la empresa aseguró que estaría disponible “para 2025”, hasta ahora no ha aparecido ningún lanzamiento oficial ni actualización concreta al respecto.
Razones de la demora
Fuentes cercanas a la compañía señalan que Media Manager nunca fue una prioridad real dentro de OpenAI. Un exempleado afirmó no haber visto avances sustanciales, mientras que colaboradores externos indicaron que no han recibido noticias recientes sobre la herramienta. Incluso Fred von Lohmann, abogado involucrado en el proyecto, pasó a ser consultor de medio tiempo, lo que hace suponer que la iniciativa perdió fuerza de manera interna.
Desafíos de propiedad intelectual
La base del problema radica en la forma en que se entrenan los modelos de IA: recopilan enormes cantidades de datos de la web, a menudo reproduciendo porciones de contenido protegido. Autores, artistas y medios de comunicación han presentado múltiples demandas contra OpenAI por presunto uso ilegal de sus materiales. Sin una herramienta clara para administrar los derechos, la empresa enfrenta un entorno legal complejo y en constante evolución.
Métodos provisionales
OpenAI ofrece algunas alternativas para que los creadores limiten el uso de sus obras, como bloquear el rastreador de la compañía o llenar formularios para solicitar la exclusión de imágenes. Sin embargo, estos procesos se consideran engorrosos y poco prácticos, sobre todo para quienes no están familiarizados con las políticas de la empresa o no cuentan con los recursos para revisar exhaustivamente dónde se encuentran sus obras en internet.
Dudas sobre su efectividad
Incluso si Media Manager se publicara pronto, expertos en derechos de autor dudan de su efectividad total. El temor radica en que la carga recaería en los creadores, obligándolos a identificar y reportar cada pieza que deseen excluir. Además, se cuestiona cómo OpenAI manejará transformaciones parciales de contenido, copias alojadas en otras plataformas y las implicaciones de una eventual victoria legal que podría amparar el uso “transformativo” del material protegido.
Perspectivas futuras
De momento, OpenAI mantiene una postura de “uso justo” para justificar sus prácticas. La empresa sostiene que entrenar sus modelos sin recurrir a obras protegidas por copyright sería prácticamente imposible, ya que no lograrían resultados competitivos. Para brindar soluciones avanzadas como chat gpt en español, la empresa requiere grandes cantidades de datos a fin de obtener un rendimiento óptimo. Mientras tanto, creadores y grupos artísticos continúan exigiendo mayor transparencia, reglas más claras y el cumplimiento de promesas que, hasta ahora, siguen sin materializarse.