Demanda de GPUs
La adopción masiva de aplicaciones de inteligencia artificial, especialmente de modelos de lenguaje a gran escala (LLM), ha generado una demanda sin precedentes de capacidad de cómputo. Según The Information, Google concluyó el último trimestre con más solicitudes de GPUs de las que su infraestructura interna podía cubrir. Este desequilibrio ha obligado a la compañía a buscar soluciones externas.
Negociaciones con CoreWeave
De acuerdo con el informe, Google sostiene negociaciones avanzadas con CoreWeave para arrendar chips Nvidia Blackwell, la última generación de procesadores optimizados para IA. Aunque no se han revelado cifras oficiales, se anticipa que la inversión sea significativamente menor a los 10 000 millones de dólares planeados por Microsoft. Este acuerdo podría aliviar la presión de capacidad a corto plazo.
Rechazo de Microsoft
Microsoft, por su parte, declinó ejercer una opción de casi 12 000 millones de dólares para adquirir capacidad adicional de CoreWeave, espacio que terminó siendo asignado a OpenAI. Esta decisión refleja un ajuste estratégico en las alianzas del sector, donde los grandes actores equilibran inversiones internas y externas. La medida marca un cambio en la dinámica de proveedores de infraestructura de IA.
Situación bursátil
El valor bursátil de CoreWeave sufrió una caída de casi el 25 % en un lapso de 48 horas, influido por la volatilidad del sector tecnológico y las tarifas impuestas por la administración de Donald Trump. Críticos como Jeffrey Emanuel han cuestionado la solidez de la empresa, comparándola con casos fallidos en el pasado. Esta volatilidad subraya los riesgos de un mercado en rápida evolución.
Declaraciones de Google
En su llamada de resultados, la directora financiera de Google, Anat Ashkenazi, admitió que la compañía enfrentó una brecha entre demanda y capacidad. “Terminamos el año con más demanda que capacidad disponible”, afirmó, y destacó que las inversiones en capex aumentarán en 2025 para ampliar la infraestructura de IA. Estas declaraciones refuerzan el compromiso de Google con el crecimiento sostenible.
Futuro de la infraestructura
Más allá del arrendamiento de GPUs, Google y CoreWeave exploran discusiones preliminares para que los chips TPU personalizados de Google se alojen en los centros de datos de CoreWeave. De confirmarse este acuerdo, representaría un impulso estratégico para CoreWeave, que depende de solo dos clientes para el 77 % de sus ingresos. Este movimiento podría diversificar su base de ingresos.
Impacto en el mercado hispanohablante
La posible colaboración permitiría a desarrolladores en Latinoamérica acceder con mayor facilidad a recursos de IA avanzados, potenciando proyectos y herramientas como chat gpt en español, y fortaleciendo el ecosistema local. Además, esto impulsaría la creación de soluciones de IA adaptadas a los desafíos y oportunidades específicas de la región.